Barranquilla debe prepararse para el envejecimiento de su población que "va a llegar", pero "quizás un poco más lento que en Medellín, Manizales y Bogotá que tienen tasas más avanzadas y que no van a tener el tiempo de las ciudades grandes y jóvenes para hacer".

Así lo indicó en una entrevista con Zona Cero la asesora regional de la Cepal, la economista Olga Lucía Acosta Navarro, quien fue invitada por Asocajas al IV Taller Nacional de Periodistas, con el tema Sistema de Protección Social Trayectoria del concepto  y desafíos, que en su capítulo "Desafíos de las políticas públicas en Colombia para una sociedad más incluyente". ​

Acosta Navarro explicó las razones por las cuales Barranquilla es considerada una ciudad grande y joven, de acuerdo con el documento de la Cepal presentado en 2015 y que clasificó 23 ciudades colombianas en seis grupos. "Cuando miramos las tasas de evolución de la población, las proporciones que hay entre la población mayor de 60 años, la que es de edad activa entre 15 y 60 y los menores de 15, cuando uno combina esas tres variables y las relaciona con la proporción hay entre los mayores de 65, ustedes están en esa posición y lo complementa con otros indicadores, como cuántos son los niños que hay por familia, cuántos es la tasa de informalidad, cómo son otros indicadores, conformamos clúster de ciudades y las de la costa aparecen Barranquilla y Cartagena, la llamamos jóvenes y grandes porque son ciudades grandes, pero que todavía conservan unos rasgos".

"Las características son tener más del millón de habitantes, en temas de grande; joven que la proporción de personas menores de 15 o aún en edad activa no es mayor que la proporción de personas mayores de 65", explicó la especialista de la Cepal.

Sobre si eso es bueno o malo para la ciudad, dijo: "Esto depende de cómo los gobernantes, el sector público, las empresas, la sociedad traten ese tema: eso no es bueno o malo, es; esas son decisiones que se escapan al control".

Y agregó: "¿Por qué son los procesos de envejecimiento, bueno por un lado es un beneficio que la gente pueda vivir más, pero también ¿por qué las familias hoy son más pequeñas?, porque las familias decidieron por mundo, por modernidad, tener menos hijos; las mujeres hoy hacen otras cosas distintas a tener hijos".

Acerca de lo que podría hacerse para que Barranquilla quiera seguir siendo una ciudad joven, Acosta indicó que "no era posible". "Si pensamos en los países con sociedades mucho más envejecidas, lo que hicieron es admitir migración de gente joven, porque ya no nacieron los que van a hacer jóvenes; se puede tratar de invertir si los jóvenes de hoy quieren tener más hijos, pero no parece existir pistas por ese lado".

En cuanto a si la migración de venezolanos puede ayudar a que la población se mantenga joven en Colombia, la economista sostiene que los migrantes "contribuyen a dos cosas, son más jóvenes y más formados que los colombianos, tienen más años de educación. Esas son algunas de las cosas positivas".